El salto tecnológico de la tasación de coches

Los métodos para estimar el precio de coche de ocasión han evolucionado a lo largo del tiempo. Evidentemente, para mejor, gracias a las técnicas empleadas hoy en día, que evitan errores humanos automatizando íntegramente el proceso de tasación. 

El coche se ha convertido en un producto de gran consumo desde principios del siglo XX, con el desarrollo de las cadenas de montaje en las fábricas de producción. Las primeras tasaciones de coches acompañaron el auge del mercado de segunda mano en América del Norte primero, seguidamente de Europa, tras la primera guerra mundial.

La tasación de coches ha evolucionado con las herramientas empleadas para obtener y tratar los datos ligados al precio. Los programadores han desarrollado sus propios métodos. Las estimaciones de los coches de ocasión pueden de esta manera basarse en valores de referencia aportados por los fabricantes y sus distribuidores. Un modelo matemático se aplicaba al cálculo de la depreciación, que tenía en cuenta principalmente la antigüedad y el kilometraje.

Para optimizar el valor de su flota automovilística en la contabilidad, las administraciones y las grandes empresas tenían que aplicar su propio baremo, basándose igualmente en los aumentos de sus propios compradores. Los valores medios podían ser revisados al alza o a la baja en función de las apreciaciones de expertos, incluso con negociaciones con los fabricantes. Estos ajustes, esenciales para estimar el valor futuro de un vehículo, ponían en duda la objetividad de la valoración hasta que las normas contables IFRS fueron puestas a punto al principio de los años 2000.

Los anuncios de coches publicados en los periódicos han servido también de base de cálculo para la tasación de coches de ocasión, con el inconveniente de reflejar únicamente los datos de la oferta. Con el fin de medir las diferencias con los precios reales de la transacción, los datos se obtenían de los profesionales del sector del automóvil. Esta técnica excluía los precios pactados entre particulares.

Con el tiempo, los programadores de las tasaciones de coches se esforzaron para mejorar las estimaciones de los coches de ocasión, aplicando métodos de cálculo basados en los precios de las transacciones, diferenciando las que se realizan entre particulares de las que implican al menos a un profesional del sector del automóvil.

La tasación de coches dio un salto tecnológico con la migración de los anuncios a internet a principios de los 2000. Se pudieron desarrollar entonces programas para la recogida y el análisis de la información publicada en la web.

Las herramientas empleadas permiten hoy en día el procesamiento regular de varios millones de precios y automatizan todos los cálculos necesarios para una tasación.

No obstante, pueden seguir existiendo diferencias de un proveedor a otro. El nivel de calidad de las estimaciones depende principalmente de la cobertura del mercado realizada, de la inteligencia de los algoritmos desarrollados y de la referencia empleada para identificar y registrar todos los acabados de los coches de ocasión que salen cada año.

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