Control de presión de neumáticos

Este sistema de sensores determina la presión de aire en el interior de cada neumático, evitando así circular con bajas presiones, que son la principal causa de los reventones.

¿En qué consiste?

Este sistema de sensores determina la presión de aire en el interior de cada neumático, evitando así circular con bajas presiones, que son la principal causa de los reventones.

¿Para qué sirve?

Aparte del desgaste debido al uso, la falta de presión aumenta el riesgo de reventar un neumático, con las consabidas consecuencias dramáticas que esto puede acarrear a la seguridad de los pasajeros del coche. Un control regular de la presión de los neumáticos se aconseja siempre en cualquier circunstancia. Sin embargo, si la pérdida de presión se produce durante el desplazamiento, únicamente el control de presión podrá advertir a tiempo al conductor del peligro inminente.

¿Cuáles son los vehículos implicados?

Es importante saber que si va a vender su coche, el control de presión puede venir de serie o como extra (alrededor de 90€), pero que es obligatorio en Europa en todos los nuevos modelos desde noviembre de 2012 y en los vehículos nuevos a partir de noviembre de 2014. También está disponible como accesorio en talleres especializados por menos de 200€, con lo que se puede instalar en los vehículos de ocasión que hayamos podido adquirir. Por último, los coches equipados con neumáticos Run Flat vienen siempre equipados con este dispositivo.

¿Cómo funciona?

El sistema más sencillo consiste en emplear sensores de velocidad en las ruedas que advierten la perdida de presión gracias al aumento de la velocidad de rotación de una de las ruedas respecto a las otras a causa de su mayor aplastamiento. El segundo sistema utiliza sensores de presión en las llantas. La presión se transmite por ondas de alta frecuencia a un ordenador. Algunos sistemas comunican también la temperatura, lo que facilita información más precisa del estado del neumático, incluso de la urgencia de una parada.

Lo que hay que recordar.

El primer sistema que emplea sensores de velocidad de las ruedas es simple y de bajo coste. Sin embargo, únicamente detecta diferencias de presión importantes y no por lo tanto el inicio de la fuga. El segundo sistema es más preciso y fiable. Por el contrario, cuando cambiamos los neumáticos, es importante reprogramar el sistema para que las indicaciones en caso de falta de presión sean las de la rueda correcta. Por último, este sistema también tiene un interés económico: una rueda con un 20% menos de presión aumenta su desgaste casi un 30% y el consumo del coche en un 3% circulando a 90 km/h.

Las ventajas

  • Mayor seguridad

  • Evita un desgaste prematuro y un aumento del consumo

  • Alta fiabilidad de la información del sistema de sensores de presión

Los inconvenientes

- Falta de precisión del sistema de sensores de velocidad

- Es necesario reprogramar el sistema al cambiar las ruedas